El amor que se terminó
“Besos que vienen riendo, luego llorando se van,
y en ellos se va la vida, que nunca más volverá”
Miguel de Unamuno
El
mundo de repente parece un lugar terrible, inhóspito. Todo es distinto; nada nos agrada. La comida no sabe igual, las noches son
interminables; lo que vemos, oímos, tocamos nos recuerda al amor que se ha ido,
que hemos perdido.
Ese
amor que se ha roto y que nosotros creíamos indestructible nos ha dejado
nadando en un mar de sentimientos negativos.
La amargura ocupa nuestro corazón, el dolor nos invade; el fracaso se
adueña de nuestra mente y el sufrimiento nos acompaña cada día.
Sin
embargo, aunque nos parezca imposible, el dolor y la decepción en un momento y
paso a paso, van a dejar espacio a la vida y a la alegría nuevamente.
¡La
vida sigue!!!
Por
mucho que suframos nada se para y nosotros, aún sin darnos cuenta, e incluso
sin querer, seguimos andando el camino diario.
¡Después
de cada final hay un nuevo comienzo!
Tal vez
puedas ayudarte con algunos de estos pasos para reconstruir tu mundo interior.
1.
Sí, ¡se acabó!
Lo primero de todo es asumir que hasta aquí llegó la
historia. Y sí, hay que llorar,
patalear, enfadarnos y volver a llorar si así nos lo pide el cuerpo y el alma. Tómate tu tiempo y procesa el duelo. Fingir que nada ha pasado no conduce más que
a retrasar este paso.
2.
También hubo cosas menos buenas
Muchas veces cuando se rompe una relación tendemos a
acordarnos sólo de lo bueno de la misma y esto está bien, pero en su
medida. También hemos de recordar
aquellos momentos, situaciones, actitudes que nos llevaron a la ruptura. Esto nos ayudará a no repetir errores en
otras relaciones.
3.
Se fue y se fue
De nada vale, o sí de hacernos daño, tratar de recuperar el
contacto con la persona que se ha ido, con la que hemos roto. Al menos al principio lo mejor para cumplir
el duelo y volver a la vida en positivo, cuanto más lejos, mejor. La herida está abierta y las visitas ahora
son como echar sal en ella.
Si por las circunstancias hemos de mantener algún tipo de
contacto con la persona, hacerlo de la manera más impersonal posible.
4.
Recomponerme
Tratar por todos los medios a nuestro alcance de volver a ser
uno. Entender que somos una entidad
única con valores, posiciones, necesidades, obligaciones, penas y alegrías.
¿Antes de estar
con esta persona había vida, ¿verdad?
Pues ahora también.
Vuelve a
descubrirte. Vuelve a sentir qué te
gusta, qué quieres, qué necesitas…… Y ponte en marcha.
5.
Confía
Confía en ti. Confía
en tu poder interior. Entiende que
tienes múltiples capacidades y herramientas de las que echar mano para
continuar viviendo con salud física, mental y emocional.
Aleja el dolor y el miedo de ti. Abre tu corazón y quiérete. Este es el único modo de que puedas querer a
los demás
¿Qué no
vas a volver a…?
Nadie
lo sabe y además no importa.
Estás
aquí y lo importante es seguir la vida y hacerlo bien.
Almudena
Alcaide Martín
Salud Emocional
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