Equipaje a abandonar: Tu pasado
“Deja atrás el pasado, abraza el presente”
¿De qué
te sirve estar una y otra vez dando vueltas a lo que paso? ¿De qué te sirve ir una y otra vez a aquella
situación, sea buena o mala? Si es buena te quedaste en ese dulce recuero y no
habrá nada ni ahora ni luego que se le pueda asemejar, pro que seguro, seguro,
lo has idealizado. Si es mala, cada vez
que estés ahí sólo te servirá de dolo, generando en ti emociones distorsionadas
que es posible no puedas controlar y que acaben manifestándose en el plano
físico.
Entonces
remover el pasado, sentarnos en él una y mil veces no sirve de nada, ¡absolutamente
de nada!; en el peor de los casos sólo para hacernos daño.
Trabajarnos
en dejar atrás el pasado va más allá de sólo decirlo. ¡Hay que ponerse a ello! Esta labor, esta tarea personal, tiene un
profundo significado en nuestras vidas.
Nos anima a reconocer nuestra historia sin dejar que ella controle
nuestras acciones futuras. La esencia radica en encontrar un equilibrio entre
extraer lecciones de las experiencias vividas y vivir el presente en toda su
plenitud, con todo lo que nos suceda.
A ver,
que no, que no hay que borrar nada del pasado, hay que asumirlo. Si aprendemos a vivir con nuestro pasado como
lecciones que hemos tenido que asumir, estaremos creciendo, iremos de la mano
de la resiliencia y nos situaremos en una perspectiva positiva sobre la
vida. No, no hay que descartar el
pasado, lo que hay que hacer es ajustar y redefinir nuestra conexión con él.
Asumir
el pasado, hacerlo nuestro, entender que somos el resultado de todas las
experiencias vividas además de otras cosas, significa instalar en nosotros
valores como perdón, curación, aprendizaje, gestión de las emociones y de las
experiencias. Todo ello fomenta la
superación y el desarrollo personal.
Si nos
mecemos en el pasado, cada momento, cada instante que estemos ahí, estaremos
perdiendo ese instante en el presente.
Si somos capaces de liberarnos de cargas dejamos espacio para la
felicidad, la tranquilidad, el bienestar; en definitiva, para la plenitud en la
vida actual.
El
pasado que hemos vivido no lo podemos cambiar, es inmutable; sin embargo, el
futuro está lleno de posibilidades. Es un lienzo en blanco sobre el que pintar
cada día que vivimos. La imagen que
plasmes ahí, sólo dependerá de ti.
Avanzar
y abrazar el presente que desarrollará nuestro futuro a cada paso que damos,
nos permite hacernos cargo de nuestra vida.
Almudena Alcaide Martín
Salud Emocional
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