¿Cómo entender al otro?
“La atención es la más extraña y más pura forma de generosidad”
Simone Weil
Las
palabras no lo dicen todo.
Si os
fijáis, incluso una misma frase expresada en un tono u otro, puede tener un
significado totalmente diferente.
Los
gestos y la actitud al entablar la comunicación enriquecen el contenido de la
misma y le dan significado a aquello que queremos expresar.
Las
investigaciones que se han realizado respecto a la comunicación, han concluido
que el 90 % de los mensajes emocionales son de naturaleza No Verbal.
Las
emociones del otro, de aquel que tenemos enfrente a la hora de comunicar, las
capta nuestro inconsciente. Generalmente
los interlocutores no somos conscientes de aquello que “Emitimos”; sin embargo, la emoción aflora a nuestra piel
y se manifiesta con un determinado contenido y significado, queramos o no.
Las
personas empáticas tienen una predisposición marcada a reaccionar
emocionalmente ante estas señales y entran de este modo en sintonía con la
persona con la que se están relacionando.
¿Esto es
entender al otro?
¡Digamos
que sí!
Sin
embargo, para hacerlo bien, bien, hemos de compartir la emoción que nos
trasmite nuestro interlocutor, o lo que es lo mismo, ponernos en su lugar.
Compartir
la emoción no es sentir pena o lástima por la persona con la que nos estamos
relacionando, porque si hacemos esto estaríamos colocándonos en un estadio de
superioridad. Compartir la emoción es
reconocer el sentimiento ajeno como algo que está, o ha estado, o pude llegar a
estar en nosotros.
Pero aún
hay más; un paso más, y para mí importante…
Para
entender de este modo, con verdadera empatía, al otro, hemos de conocer,
primero de todo, nuestras emociones, reconocerlas y conmovernos con ellas y en
ellas, porque de otro modo, si rehusamos el contacto con nuestras emociones
caeremos, sí o sí, en manos de la compasión y por tanto nos alejaremos de
entendimiento del otro.
¿Empatía?.
¡Sí,
claro que sí!
Almudena Alcaide Martín
Salud Emocional
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