Girasol - Sunflower

 


“Sé como un girasol, que incluso en los días más oscuros se mantiene erguido y encuentra la luz”

 




La planta del girasol cuando es joven e inmadura da vueltas en busca de la luz y el calor del sol.  Cuando ya está crecida y madura permanece fija con su flor mirando al oriente.  Si extrapolamos esto a la persona podemos asimilar patrones de inmadurez, emociones que hemos de tratar equilibrando nuestra autoestima y tal vez, para ello necesitemos el tiempo de crecer también.

Girasol es una esencia indicada para el asentamiento en una verticalidad en la personalidad y las emociones, caracterizada por la confianza, el entusiasmo, la conciencia de límites, la empatía y la humildad. Es saber estar erguidos sobre sí mismo aceptando nuestra propia estructura emocional incompleta y entendiendo que hemos de crecer y afianzar.  Nos ayuda a sostenernos en el equilibrio

La Esencia Floral de Girasol ayuda a resolver conflictos relacionados con la familia o la imagen de los padres. Reequilibra el ego excesivo tendiendo al egoísmo, la vanidad o la carencia, por falta de autoestima.

Esta esencia es útil para aquellos que tienen un sentido distorsionado de sí mismos y que sufren de engrandecimiento o modestia, baja autoestima o arrogancia. El girasol cura estas cualidades distorsionadas del ego que surgen de una relación conflictiva o fallida con los padres, en especial con la figura paterna, durante la infancia.

Cuando se corrigen estas relaciones distorsionadas, uno encuentra dentro de sí mismo la luz y el sol que siempre están presentes en cada uno de nosotros.

Es eficaz en otras situaciones para…

·       sentido distorsionado de uno mismo

·       autoexaltación o auto aniquilación

·       relación desequilibrada con lo masculino

·       incapacidad de irradiar la propia luz interior en armonía.

 

Cuando recuperamos la forma emocional con la toma de esta esencia recuperamos:

·       sentido equilibrado de la individualidad

·       autoestima armoniosa

·       fuerzas solares y brillantes del ego.

 

 

Almudena Alcaide Martín

Salud Emocional

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